miércoles, 28 de septiembre de 2011

Indefenso silencio


Y después de coser tus labios, te dije: “Hágase el silencio”. Y el silencio se hizo. Al principio tuviste miedo de la incertidumbre que acompaña al silencio. ¿Indefenso en la oscuridad?, te pregunté. Pero tú no te atreviste a responder.
Te dolía romper el maravilloso silencio.

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